proyectos | Viabizzuno progettiamo la luce

lugo de romaña, 25 de septiembre de 2007, primer acto de un ambicioso espectáculo: la recuperación del casco antiguo de lugo de romaña; plazas, calles, espacios públicos valorizados desde el punto de vista histórico y arquitectónico. un esfuerzo por acercar la ciudad a sus habitantes, por aunar en su descubrimiento y conocimiento a autóctonos y turistas, hacer que las personas vuelvan a vivir la cotidianidad ciudadana con sus ritmos, sus costumbres: charlar en la plaza, ir al mercado, asistir a los espectáculos. relacionarse con la gente, una dimensión olvidada, con demasiada frecuencia sacrificada: lugo se ha propuesto valorizarse para recuperar el justo equilibrio de vivir en una pequeña comunidad ciudadana. el primer paso ha sido el reacondicionamiento y restauración de plaza trisi, el lugar en que se halla la iglesia del carmen, obra del arquitecto francesco petrocchi, situada sobre los restos de la antigua iglesia de los padres carmelitas, de la cual perviven todavía el portal de entrada del lado izquierdo de la iglesia, con arquivolta y molduras renacentistas en barro cocido rojo, el ábside poligonal y los muros laterales que se elevan aproximadamente hasta los cuatro metros. un lugar importante también por su preciado órgano de tubos, la última obra significativa realizada dentro de la iglesia. fue montado en 1797, construido por el entonces famoso constructor veneciano de órganos gaetano callido, que precisamente en la iglesia del carmen de lugo construyó el órgano de mayor tamaño de toda la región. en él solía practicar cuando niño gioacchino rossini. la inauguración del atrio restaurado no podía ser otra cosa que un concierto, una fusión de música y luces para valorizar un lugar que, más que plaza, es manto, una auténtica alfombra extendida sobre el suelo de la ciudad. una alfombra de piedra, marcadamente matérica, pero de apariencia suave gracias a su compenetración con el suelo, a sus curvas voluptuosas que marcan el compás de la mirada e identifican el espacio ciudadano de la plaza. un suelo cuya percepción se impone, intensa tanto desde el punto de vista táctil (al caminar sobre él de pronto somos conscientes de que poseemos sensibilidad también bajo los pies) como desde el punto de vista visual: la superficie es continua pero no plana, única pero no homogénea. perfecta para ser iluminada. en relación con esto, mario nanni, encargado por el ayuntamiento de la dirección artística de lugo, ha decidido exaltar la superficie de la plaza y al mismo tiempo atraer la atención de los espectadores hacia el concierto con un único gesto: iluminar en forma difusa, precisa pero delicada, las superficies de la plaza. la alfombra de piedra, superficie horizontal, se ilumina gracias a una extensión de sgabelli (taburetes) Viabizzuno blancos que, con un led situado bajo los asientos, resaltan la restauración de la plaza; las fachadas, en cambio, se iluminan mediante las imágenes de luz de lugo que se mueven, se atenúan y se modifican sobre las paredes, transformadas en superficies verticales de la plaza. los sgabelli se van encendiendo a medida que el público va sentándose. una sinfonía de luz en una sinfonía de música. el encendido sigue un ritmo: es el ritmo de la vida ciudadana, el mismo ritmo que se percibe en las imágenes que iluminan las fachadas de la plaza en que se representa el despertar de la ciudad: el primer compás del ritmo de la jornada. sonido, luz y materia han sido las tres dimensiones que han envuelto al espectador durante todo el concierto, hasta su final, cuando, poco a poco, cada sgabello ha ido apagando su fragmento de alfombra. la plaza, sin sus ciudadanos, lentamente se ha ido abandonando a la oscuridad, en espera de otro nuevo despertar como el narrado por las imágenes de luz sobre las fachadas de la plaza: el despertar de una ciudad que sabe escuchar, observar, amar sus propios espacios, una ciudad que ha aprendido a no ser nunca igual a sí misma, como la luz misma.