proyectos | Viabizzuno progettiamo la luce

'la arquitectura de los sentidos nos ayuda a entender que un edificio nunca se percibe todo de una vez, sino por partes, por secuencias de imágenes, a través de recorridos.' (marco belpoliti) el centro de ceggia, municipio de la provincia de venecia completamente inmerso en la campiña, en las últimas prolongaciones de la llanura padana, es el contexto en que se encuadra este edificio comercial y de exposición de nueva construcción. en torno al espacio abierto de la plaza no hay presencias históricas importantes, de modo que este edificio colma el vacío de la cortina continua de via roma, entrando en relación únicamente con la plaza y el canal piavon, únicas presencias innegables. el concepto arquitectónico nace de la superposición de cuatro paralelepípedos que generan un elemento monolítico construido alrededor de un hueco central. las únicas aberturas hacia el exterior son dos grandes ventanas a los extremos de un canal óptico que atraviesa el volumen a la altura de la prima planta y que asoman precisamente al canal y a la plaza. de ahí que el edificio pueda calificarse de 'introspectivo', en relación más consigo mismo que con el ambiente en que se ubica. el aspecto monolítico que se capta desde fuera se enfatiza con el revestimiento de piedra basáltica, una piel que oculta por entero la osamenta. el interior se expresa ante el usuario a través de trayectos que capturan las emociones, diseñados alrededor del patio central. el canal de luz principal recoge los rayos cenitales y distribuye la difusa claridad llevándola a las varias plantas, permitiendo descubrir los elementos estructurales en cemento armado a la vista. la relación entre luz natural y luz artificial se traduce en un ritmo arquitectural; el proyecto de la luz artificial ha sido estudiado para poner en evidencia la estructura del edificio, traduciendo lo inmaterial de la luz en espesor arquitectónico capaz de dar énfasis a la materia bruta de la estructura. el sistema 094 traza ligeras hojas suspendidas en armónico contraste con el poderío del cemento: la luz toma el ritmo riguroso de la estructura de las vigas. el patio acentúa el carácter 'introspectivo', porque se mira siempre a sí mismo, sin abrirse nunca al exterior. el mismo principio se aplica al jardín, completamente encerrado por muros que lo excluyen de toda relación con el contexto. solo en la primera planta, al final del trayecto, se recupera la orientación, descubriendo por un lado la plaza y por el otro el canal, al final.