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del palacio, censado entre las villas vénetas en territorio de padua y en la república serenísima, existe una escasísima información histórico-catastral; se sabe que “los antiguos propietarios eran de padua, un canónigo al parecer, por lo cual estaba sujeto a ser declarado como bienes del clero, se habla en efecto de “canónigo bozzattini, casa dominical”, (tomado de: ville venete in territorio padovano e nella serenissima repubblica, francisci editore). ‘el palacio, asomado a una de las calles principales del pueblo, presenta una fachada de decoración claramente renacentista, por lo que su construcción se fecha entre los siglos XIII y XIV. el volumen del palacio está profundamente articulado hacia el patio interno, con alas que se alargan en el lote de que se trate… en la planta principal una ventana trifora central con arco de medio punto, flanqueada de dos monoforas a cada lado; a los lados, las aberturas originales han sido modificadas en el curso de los siglos. todas las ventanas están decoradas en piedra de la zona, con columnas y pilares con capiteles embellecidos con hojas de acanto; los arcos de soporte, por su parte, presentan decoraciones trenzadas… (ville venete: la provincia di padova - istituto regionale per le ville venete - marsilio editore). en el interior del edificio se han efectuado numerosos cambios; con seguridad, en el siglo XVIII las paredes y los techos de la planta baja, así como las paredes de la planta principal, fueron decorados con motivos ornamentales; los frescos del techo de la planta principal se han repintado tardíamente a fines del siglo XIX, inicios del XX. la escalera original ha sido demolida y sustituida por otra escalera en posición distinta entre comienzos de los años veinte y la década de los treinta del siglo pasado. la buhardilla-techo conserva todas las vigas de madera de la cubierta original, y ciertamente nunca ha tenido funciones de vivienda. la actuación en este proyecto, de restauración y decoración, se realizaba por tanto en un tejido muy delicado, donde, por un lado se ha tenido que efectuar una restauración de conservación de todo lo que quedaba de histórico y de original, mientras que por otro se ha querido buscar en los nuevos materiales una armonía “silenciosa” con lo que ya existía, sin falsos manierismos. el proyecto de decoración de interiores, por tanto, ha definido conscientemente una línea de demarcación entre lo que era antiguo y lo que debía añadirse en época actual; el fuerte contraste entre dos épocas tan distantes se ha suavizado a través de la selección de muebles, complementos y objetos lineales y simples, para no interferir con el fuerte “vocabulario” con que el palacio se expresa todavía. pocos muebles de época en diálogo con muebles modernos, piezas en todo caso “históricas”, elegidas entre los clásicos del diseño. la iluminación, por un lado puramente técnica, prácticamente desaparece y se introduce, allí donde es posible, en las paredes; la iluminación escenográfica y los mismos cuerpos iluminantes han sido objeto de selección entre los clásicos modernos.