proyectos | Viabizzuno progettiamo la luce

la nueva sede de slam jam se halla en las afueras de ferrara, a 2 km del centro, en la zona industrial. situado en la nueva via ferrari, flanqueada por filas de prefabricados con forma de paralelepípedo, todos prácticamente del mismo tamaño, slam jam es el primer edificio que se ve desde la carretera, al venir desde la ciudad: se distingue por la forma escultórica de su volumen arquitectónico, pero al mismo tiempo se integra en modo auténtico en el contexto industrial. fundada por luca benini en 1989, slam jam es una de las más importantes distribuidoras de ropa streetwear; años de evolución la han llevado a una conquista paralela de mercados más sofisticados. atenta a todo lo que gravita en torno a la moda, pero sin reducirse a ello, a lo largo de los años slam jam ha contribuido decisivamente a difundir en italia la street culture bajo todos sus aspectos: música, arte y eventos de carácter deportivo. además de la razonada elección del lugar, el constructor y propietario, luca benini, ha puesto el acento sobre una solución proyectual que uniera bajo un único techo un almacén, los espacios living y de trabajo y una sala de exposición. la arquitectura debía reflejar la vivacidad, el carácter multidisciplinar y el estilo cult contemporáneo de la sociedad. el volumen poligonal comprende espacios de distinta altura que se desarrollan en torno a un centro ortogonal de escaleras y habitaciones secundarias. dos patios con fachadas carentes de relieves lineales recortan una perspectiva hacia el interior y viceversa. el tercer piso y el techo cuentan con terrazas. la estructura de hormigón armado premezclado, caracterizada por cristaleras continuas y elementos constructivos de metales sometidos a distintas elaboraciones industriales y en tejido, cede, con su simplicidad y sus líneas suaves, a la complejidad y dureza del volumen del edificio. también la iluminación del edificio, al cuidado de Viabizzuno, ha seguido paso a paso el trayecto proyectual asumiendo y dando respuesta a sus exigencias, al servicio de una arquitectura que nunca acaba de definirse por completo, sino que se presenta como un volumen abierto a nuevas experimentaciones. así que, para el interior de las oficinas, se han elegido rieles de techo con faros orientables que modelan los contornos de un espacio flexible, en espera, disponible para nuevos destinos, nuevos usos. para las zonas de paso y las escaleras, la luz se ha pensado y proyectado de modo que favorezca la orientación en modo discreto, marcando los límites entre los espacios y las líneas de los volúmenes arquitectónicos. en los espacios compartidos y dedicados a la convivencia -zona de estudio, zona de juego, sala de lectura, cocina- la luz crea una atmósfera doméstica que revela los objetos, los fragmentos de arte y las instalaciones que pueblan los ambientes como en la casa de un coleccionista. la luz exterior, por su parte, cae rasante sobre el suelo y contribuye a subrayar la monumentalidad de las paredes de cemento. el recinto externo se ha realizado teniendo en cuenta el factor estético y, al mismo tiempo, actuando de modo que se adaptase al contexto utilizando una estructura de rejas de alambre de hierro y superficies transitables en asfalto marcado.